Entrevista a: Óscar Landerretche, nuevo director de la Escuela de Economía y Administración
En marzo de este año asumió oficialmente como director de la Escuela de Economía y Administración, el PhD. en Economía del MIT, Óscar Landerretche Moreno. El académico tiene una larga historia en esta Facultad, ya que tanto él como su padre estudiaron en estas aulas. Incluso, según cuenta, conoció a su señora en los pasillos de FEN.
Óscar tiene dos hijos: un niño de 12 años y una niña de 6. Es fanático del fútbol: hincha de la “U” y de los campeonatos internacionales, practicó este deporte, aunque reconoce que este último tiempo ha dejado las canchas un poco de lado. Además de la economía y el fútbol, disfruta mucho con la política y la literatura.
¿Cómo ha sido este primer mes como director de la Escuela?
Ha sido bastante intenso, porque marzo siempre es un mes de trabajo duro para las escuelas. Llegan los mechones, está la inscripción de ramos, además de eso está el desafío de hacerse cargo de la Escuela, sin dejar de lado los proyectos de investigación y docentes.
¿Cómo se gestó tu llegada a la Escuela?
Es un cargo de confianza del Decano, por lo que conversamos y me pidió asumir este desafío. Mis colegas en el departamento de Economía estuvieron de acuerdo, y además, para mí resulta bastante atractivo porque he visto la Escuela desde distintos espacios: fui alumno y también profesor, por lo que tengo algunas nociones e ideas de lo que me gustaría hacer.
¿Cuáles son los desafíos para los próximos dos años?
Principalmente me encomendaron dos cosas: por un lado está la reacreditación de la carrera, que implica un trabajo conjunto entre directivos, académicos y estudiantes. Y lo segundo es la modernización de la malla curricular, que es básicamente continuar y dirigir un trabajo que se viene haciendo desde hace un tiempo. En estos meses, lo primero que haremos será socializar estos procesos, para que toda la comunidad pueda ser parte de ellos.
Uno de los objetivos, además, es seguir profundizando los avances que se han tenido en la internacionalización de la carrera y la Facultad, eso es algo que me interesa mucho seguir potenciando: las prácticas en el extranjero, el intercambio, trabajar con profesores visitantes y contar con un número importante de ramos dictados en inglés, entre otras iniciativas.
Este año se realizó la Segunda Feria de Organizaciones Universitarias, que se hizo en mayor escala y donde el énfasis fue la diversidad ¿Por qué es importante para ti que se generen estas iniciativas?
Es importante porque es la impronta de la Universidad de Chile. Si hay algo que nos identifica es que participamos de los debates públicos y hemos sido históricamente parte de los procesos más importantes que ha vivido el país. Lo que tuvo la Feria este año es que, si bien nos preocupamos de que estuvieran representados todos los grupos políticos – que es una parte muy relevante, sin duda- también existe una serie de otras alternativas de participación: grupos medioambientales, religiosos, deportivos, culturales, y ahí tú logras ver la amplitud de miradas de los estudiantes, la diversidad de intereses, que nos enriquece como Facultad y Universidad. El llamado es a que los estudiantes se unan a alguno de estos grupos o que creen los propios para realizar una vida universitaria completa, la que, por cierto, incluye ser parte de iniciativas que buscan transformar la realidad nacional.
Se dice que históricamente FEN no participa mucho de las movilizaciones o de las discusiones a nivel estudiantil ¿qué opinas al respecto?
Creo que es un mito. El año pasado, a raíz de todas las movilizaciones, los alumnos pararon tres semanas que, creo, finalmente, fueron muy enriquecedoras. Fueron tres semanas de seminarios, de reflexión, de conversación. No fue un “paro de sábanas”, donde votas y te vas a tu casa a dormir. En muchas partes se hicieron paros largos, pero de sábana. Aquí no. Además, el hecho de que no te manifiestes igual que el resto no quiere decir que no estés movilizado, que no tengas algo que decir al respecto, sino que lo haces de una forma distinta. La única forma de manifestarse no es parar. Hay que recordar que al parar, hacemos un daño a lo que estamos tratando de proteger, que es nuestra universidad pública.
Si lo piensas de otra forma, la FECH ha tenido presidentes de esta Facultad y, más aún, hemos tenido muchos ministros y tomadores de decisiones importantes, líderes políticos, etc., que son de esta Facultad. No me parece que se pueda decir que esta es una facultad ausente de los debates públicos.
¿Cuál será tu política con los estudiantes? ¿Qué podrán esperar de ti?
Mi política siempre ha sido de puertas abiertas, porque creo que cada momento es una oportunidad de aprendizaje y de enseñanza. Un foro, una actividad, una conversación, una clase. Sin duda que la cátedra en aula es una forma de aprendizaje, pero creo que en esta universidad debemos aspirar a que todo sea una oportunidad de conocer nuevos puntos de vista, de pensar nuevas soluciones. Siempre que quieran conversar conmigo pueden venir a mi oficina, o hablar en los pasillos, pero no para “echar la talla” solamente.
Si quieren proponer proyectos, por ejemplo, estoy abierto a escucharlos todos y a evaluarlos. La idea es que trabajemos en conjunto.
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