ENTREVISTA DEL MES: NICOLÁS EYZAGUIRRE

Encantador, carismático, inteligente y muy humano. Así es Nicolás Eyzaguirre, el destacado economista quedesde ahora se desempeña como académico de nuestra Facultad. En esta oportunidad quisimos conocerlo para ahondar en su historia y saber cómo es el hombre, más allá del personaje público y su nutrida trayectoria profesional –fue Asesor internacional del Fondo Monetario Internacional, Experto en Política Monetaria y Financiera en CEPAL, Director de Estudios del Banco Central, Director del Fondo Monetario Internacional y Ministro de Hacienda-, que dice querer con el alma a la Universidad de Chile.

Hijo del arquitecto Joaquín Eyzaguirre y de la conocida actriz Delfina Guzmán, cursó su educación secundaria en el colegio Verbo Divino. A los 15 años entró al conservatorio a estudiar guitarra clásica. En los años '70, seducido por las tendencias populares, junto a su hermano mayor, Joaquín, se hizo parte del grupo folklórico Aquelarre, conocido por temas como El cautivo de Til Til y Valparaíso. Su música, que inauguró el movimiento del Canto Nuevo, poseía su principal soporte de difusión en innumerables tocatas en vivo en parroquias, sindicatos y centros poblacionales.

Motivado por su pasión hacia la economía y sus ganas de estudiar en una casa de estudios que le mostrara el Chile real, decidió estudiar Ingeniería Comercial con mención en Economía en la Universidad de Chile y obtuvo el grado de Magíster en Economía con especialización en Desarrollo Económico de la misma casa de estudios. Posteriormente partió a Estados Unidos, donde obtuvo el grado de Doctor (Phd) en Macroeconomía y Comercio Internacional en la Universidad de Harvard.

Recientemente corrió los 21 Km. de la "II Media Maratón Puerto Valparaíso 2007", uno de sus más recientes desafíos y, para enfrentarlo, practicó yoga y comenzó a ir más seguido al gimnasio. Hoy, se prepara para enfrentar una nueva maratón y seguir compitiendo.

Usted se ha desempeñado como docente en otras casas de estudio chilenas y también en la Universidad de Harvard ¿qué lo motivó a hacer clases en nuestra Facultad?
Soy una persona que fui a un colegio particular, vivía a dos cuadras de mi colegio y estaba en un mundo bastante encapsulado. La Universidad de Chile me dio todo lo que soy, hasta el día de hoy nos juntamos una vez cada dos meses, por lo menos, con la mitad de mi clase. Hicimos amistad de por vida y tengo un cariño entrañable por ésta Facultad. Afortunadamente tuve la oportunidad de hacer una carrera pública, conocer muchas cosas y viajar por el mundo, por tanto era el momento de devolverle a la Facultad todo lo que me dio. Además tuve un afán más egoísta, porque estoy escribiendo un libro, parafraseando al padre de la señora de mi hermano, don Aníbal Pinto, que escribió “Chile un caso de desarrollo frustrado”. Yo creo que Chile es un caso de desarrollo posible y ese es el tema que quiero tratar. Ahora a los alumnos les estoy enseñando historia, política, procesos y tecnología, entre otros, lo que me tiene muy motivado.

¿Cuál es el sello que caracteriza a los alumnos de la Universidad de Chile, en particular de la Facultad de Economía y Negocios?
La pluralidad, uno nota que no hay sesgos socioeconómicos, sociopolíticos ni religiosos. Esta es una representación muy fiel de lo que es el país real. Eso me pasó cuando vine a estudiar y me pasó de nuevo al hacer clases. Me encanta esa pluralidad y yo soy de los que creen por convicción y porque lo he leído, que uno aprende casi más de sus propios compañeros que de sus profesores. Por lo tanto tener una clase que es representativa del Chile real, es fantástico como formación.

¿Cuáles son sus desafíos como académico, que quiere entregarles a sus alumnos?
Quiero tenerlos como gente plural y abierta de mente. Me interesa que tengamos un “pinponeo” de mis propias ideas para ver si fertilizan y los engancho. A diferencia de un congreso en que te topas con gente muy preparada pero con intereses por resolver, mis niños no tienen más interés por resolver que la búsqueda de la verdad, entonces son un estupendo contrincante para saber si lo que les estoy diciendo les hace sentido o no.

¿Qué valor le gustaría inculcarles a sus alumnos?
Que defiendan a su patria. Los que podemos ingresar a la universidad somos privilegiados, y al final, cuando ya son profesionales, tienen que preocuparse de armar una familia y asegurarse económicamente. Pero es importante que nunca olviden que fue ésta patria donde nacieron la que les posibilitó llegar a una elite, porque estudiar economía en la Universidad de Chile es formar parte una elite, y deben devolver a quienes tuvieron menos oportunidades.

¿Cuáles son sus recuerdos como alumno de la Facultad de Economía y Negocios?
Lo fantástico era la cohesión que vivíamos con nuestros compañeros. La solidaridad y el amor hacia el país y hacia mis semejantes que me inculcaron mis propios compañeros ha sido el mayor tesoro de mi vida y me gustaría que esta generación también lo tuviera. No creo que esto sea opuesto a tratar que te vaya bien en la vida, a ser empresario y generar riquezas y empleo, pero que sean empresarios con responsabilidad social, que se acuerden que hay otros que tuvieron menos oportunidades que ellos.

¿Qué aspectos rescata de su trayectoria profesional?
Todos mis trabajos fueron distintos y cada uno me enseñó cosas diferentes. Haber sido siete años Director de Estudios del Banco Central me dio conocimiento técnico. Trabajar por tres años como Director del Fondo Monetario Internacional cuando estaba la crisis asiática me otorgó la experiencia ante las dificultades, de combinar los conocimientos teóricos con la aceptación por parte de la ciudadanía. Y el ministerio me dio la posibilidad de ponerlo en práctica. Como decía Unamuno, para poder ser exitoso en política tú no tiene que vencer, sino que convencer. Para eso es necesario tener humildad, cosa que a mi me faltaba, pero la he ido adquiriendo.

¿En que está Nicolás Eyzaguirre en estos momentos?
Estoy en esto, pensando, escribiendo. También me tengo que ganar la vida, por tanto como la Universidad de Chile me dio una muy buena preparación técnica -además de las teorías generales que son mi gran pasión, tal es el caso de hacer de Chile un país desarrollado-, doy charlas y puedo asesorar a empresas y a grupos de inversionistas, como también al Banco Interamericano de Desarrollo o al Banco Mundial. Pero esto es lo que más me apasiona, porque estoy cotejando mis ideas para escribir un libro sobre como veo el futuro del país.