ENTREVISTA DEL MES:
FRANCISCO ARMANET
A sus 45 años, el profesor Francisco Armanet ha logrado una destacada carrera profesional a punta de esfuerzo. Este egresado de la Alianza Francesa e Ingeniero Comercial de la Universidad de Chile con un MBA del Massachusetts Institute of Technology (MIT), cuenta que cuando tenía cerca de 10 años su padre se enfermó de por vida como consecuencia de la Reforma Agraria y nunca más pudo volver a trabajar como antes. “Mi madre apenas podía mantenernos. Recuerdo que mientras mis compañeros almorzaban en el casino del colegio, yo comía dos marraquetas con ají rojo todos los días. Por esa razón tuve que trabajar desde muy niño y me eduqué con crédito fiscal”, se acuerda evocando el pasado.
Al ingresar a la vida universitaria y como consecuencia de lo anterior, su objetivo fue egresar lo antes posible. Y lo único que podía hacer para lograrlo era estudiar. Por lo mismo, nunca se involucró en nada que lo desenfocara de esa meta. Pese a que en aquella época no era posible realizar semestres de verano, pudo terminar su carrera en cuatro años y medio, ya que elevaba solicitudes para poder tomar más ramos.
Al salir de la universidad se dedicó -junto con un amigo arquitecto y otro constructor civil- a comprar casas en Vitacura, arreglándolas y luego revendiéndolas a un mayor precio. Ese fue el origen de la historia de la Inmobiliaria Mediterráneo, su primera firma.
Después de varios trabajos en el área financiera en 1997 compró, junto a un socio, la empresa de candados y cajas fuertes Odis, que estaba prácticamente en la quiebra.
Hoy, Francisco Armanet es el principal accionista y Presidente del Directorio de Odis, lo cual se ha transformado en una de sus grandes motivaciones, pues ha contribuido a llevarla de ser una empresa mono producto que vendía 3 millones de dólares a una compañía multiproducto que hoy factura más de 10 millones de dólares. Su gran objetivo de aquí a cinco años, es que la empresa cotice sus acciones en bolsa y permitir que los 200 empleados sean accionistas de la compañía por el sólo hecho de pertenecer a ella.
Cálido, sencillo, muy amable y todo un caballero, el ex gerente general de Banchile es un hombre que disfruta la vida. En el ámbito personal, es un enamorado de su señora y sus cinco hijos, siendo su principal interés que ellos estén bien, y “en eso creo que le pongo harto pino porque me hace muy feliz a mi también”.
Se declara un apasionado por aprender, investigar y enseñar liderazgo y emprendimiento. Por lo mismo está muy entusiasmado con su nuevo trabajo, el de director del Centro de Liderazgo y Emprendimiento de la Facultad de Economía y Negocios.
¿Cómo fue el proceso de formar y hacerse cargo del Centro de Liderazgo y Emprendimiento de FEN?
Cuando ya tenía como dos o tres años como gerente general de Banchile, le ofrecí a Raphael Bergoeing dictar un curso de liderazgo como una forma de pagar los intereses que cuando yo estudié, el Estado de Chile no me cobró. Así fue que partí haciendo clases con el único objetivo de transmitirle a los alumnos mis experiencias de éxito y fracaso como ejecutivo y como empresario. Disfrutaba enormemente en la interacción con los estudiantes y me daba cuenta que yo les entregaba un "atajo" honesto para insertarse en el mundo laboral. Un día conversando con Felipe Morandé, le sugerí que lo que yo hacía, (vincular más la universidad al mundo privado) lo tenía que hacer en grande y extenderlo a todos los alumnos de la facultad y no sólo a aquellos 30 que tomaban mi curso electivo. Cuando se lo propuse nunca pensé en mí para hacerme cargo de ese proyecto. Pero después de un tiempo y por diferentes circunstancias se dio que a mí me interesó y a Felipe también.
¿Cuáles son los objetivos del Centro de Liderazgo y Emprendimiento?
Tiene básicamente dos grandes objetivos. El primero es promover la investigación y la enseñanza de las mejores prácticas del liderazgo y del emprendimiento entre todos los alumnos de esta facultad. El segundo objetivo es posicionar a la Universidad de Chile en general y a la Facultad de Economía y Negocios en particular como el principal referente en materia de liderazgo y emprendimiento a nivel nacional.
¿Cómo definiría la experiencia, ha sido gratificante para usted?
Hay ciertos aspectos administrativos que me ha sido difícil acostumbrarme, pero en todo lo demás ha sido una experiencia maravillosa. La relación con los alumnos, el cariño y acogida de los profesores y el agrado de trabajar con Felipe Morandé han hecho que esté muy contento de ser parte de esta facultad.
Las charlas del Centro de Liderazgo y Emprendimiento dadas por importantes líderes a los estudiantes de Pregrado han causado gran impacto y es algo que agradecen ¿qué valor le gustaría inculcarles a los alumnos de FEN?
Al final de cada entrevista que yo hago, les pido a estos altos ejecutivos o empresarios que les den uno o dos consejos a los alumnos. Lo interesante es que los consejos se van a empezar a repetir con bastante frecuencia. Los alumnos comenzarán a ser capaces de distinguir entre líderes buenos y lideres extraordinarios. Es muy notable como los líderes extraordinarios insisten en la importancia de valores como el respeto, la colaboración mutua y la rectitud moral para lograr el éxito en los negocios. Yo espero que luego que los estudiantes escuchen los consejos de 50 líderes de excepción a lo largo de su carrera, todos ellos tengan muy muy claro cuál debe ser su norte.
Recientemente visitó Harvard y el MIT para recopilar experiencias en lo académico sobre emprendimiento y liderazgo ¿por qué le apasionan estas áreas?
Porque para tener éxito en los negocios todo termina en hacer que las cosas ocurran bien y rápido. Y la diferencia entre un ejecutivo promedio y un ejecutivo que ejerce un liderazgo de excepción está en que estos últimos son capaces de producir grandes cambios en las organizaciones agregando mucho valor para los empleados, clientes y accionistas. Un alto ejecutivo puede tener una gran visión, una extraordinaria estrategia, puede ser el mejor de los mejores en finanzas o en valorizaciones de empresas, puede incluso además haber escrito un libro sobre marketing estratégico, pero esto no sirve absolutamente de nada si el ejecutivo no es capaz de inspirar y motivar a la organización y a los empleados para hacer que las cosas ocurran. Y todo eso se logra a través de un liderazgo emprendedor efectivo.
¿Cuál ha sido su mayor desafió profesional?
Ciertamente que la gerencia general de Banchile, porque es una empresa muy compleja en una industria muy rápida que administra activos financieros voluntarios por más de US 10 mil millones y 200 mil clientes con cerca de 1000 empleados. Cuando asumí la dirección de la compañía nos propusimos grandes y ambiciosas metas a cinco años: triplicar las utilidades (llegar a los US 45 millones), ubicarnos dentro de las 10 mejores empresas para trabajar en Chile y que al menos el 98 % de los clientes estuvieran dispuestos a recomendarnos a un tercero. El primer objetivo lo cumplimos un año antes de la fecha objetivo. Justo en cinco años, logramos obtener el 9no lugar dentro de las mejores empresas para trabajar en Chile (curioso, ¿no?). El único objetivo que solo logramos mantener fue el de calidad de servicio.
¿Tiene hobbys, qué hace en su tiempo libre?
Me gusta mucho jugar tenis y esquiar en nieve -cuando se puede-, pero aunque parezca raro yo leo mucho sobre física quántica, genética y neurociencia. Esto es porque me he dado cuenta que todo está muy interrelacionado. Por ejemplo, cientos de experimentos de física cuántica revelan que las ganas que uno tenga sobre cierto evento afecta mucho el resultado deseado. Esto tiene un efecto muy potente en la consecución de objetivos de las empresas. Por otra parte, estudios genéticos recientes que dieron origen a que un médico de apellido Kandel ganara el premio Nobel en el año 2000, concluyó que los seres humanos pueden afectar su genética producto del ambiente. Está claro que el liderazgo y emprendimiento tienen un componente genético muy importante, pero también es posible alterar positivamente esa genética, durante toda la vida y particularmente durante los primeros años.
Por otro lado, ciertas investigaciones sobre líderes "ordinarios" señalan que estas personas tienen tres "patologías" leves a moderadas bastante definidas: Paranoia, Obsesión y Narcisismo.
Cada una de estas "patologías" está relacionada con la falta o el exceso de determinados neurotransmisores en el proceso de sinapsis de las neuronas en el cerebro. Pero por otro lado los líderes extraordinarios tienen una gran necesidad de hacer grandes cosas, no tienen estas "patologías" y son extraordinariamente humildes. En consecuencia, el estudio de la neurociencia nos permite conocer más sobre lo que distingue a un líder ordinario de uno extraordinario y porqué.